
El drenaje linfático consiste en unos toques manuales en puntos específicos del líquido linfático, dando salida a los líquidos acumulados, favoreciendo así la recuperación de las zonas afectadas. Está indicado tanto en medicina como en estética, sobre todo en casos de retención de líquido, de post-operatorios, de hematomas, de migrañas, de hipertensión, etc.
Descripción
La linfa es el líquido que se encuentra dentro de la red de canales del sistema linfático y que representa aproximadamente el 15% del peso corporal.
El sistema linfático funciona paralelamente al sistema circulatorio sanguíneo; sus funciones principales son:
- La recogida y el drenaje
- la absorción y transporte de grasas
- La activación de las defensas
Cuando por el motivo que sea, el sistema linfático no drena el líquido intersticial se producen los edemas, la celulitis e inflamaciones varias, produciendo dolor, hinchazón, malestar, incomodidad e insuficiencia del sistema inmunológico. Por eso es tan importante no descuidar nuestro sistema linfático y aunque parezca más por estética, realmente es un tema de salud.
Donde hay celulitis, hay toxinas, inflamación y dolor. Claro está que debemos poner remedio a esta situación para eliminar los tóxicos de nuestro cuerpo, y la mejor manera es con el drenaje linfático manual, ya que con esta técnica, trabajamos directamente sobre los ganglios afectados, los bombeamos hasta notar que van reduciendo su tamaño y su dureza, para luego pasar a los movimientos de drenaje y movilizar la linfa.
Principales Aplicaciones del Drenaje Linfático Manual Dentro de las múltiples patologías y afecciones en los que está indicado, del Drenaje Linfático Manual podemos destacar principalmente:
- Edemas: Cuando se producen obstrucciones en los vasos linfáticos, afectando la circulación linfática se origina una hinchazón debida al cúmulo de linfa, que se conoce como edema. Los factores que obstruyen los vasos linfáticos pueden ser múltiples, desde traumatismos, tumores, presión en los ganglios de recogida, hasta roturas de fibras musculares, cicatrices e intervenciones quirúrgicas. El efecto del drenaje linfático manual (DLM) sobre los edemas es tan determinante que lo convierte en el principal método indicado para estos casos, ya que al drenar la linfa acumulada, los resultados se evidencian rápidamente.
- Retención de líquidos durante el embarazo: Debido a los cambios hormonales que experimenta la mujer durante la gestación, generalmente se produce una retención de líquidos que se manifiesta desde los primeros meses, en las piernas. Influenciando la presión que ejerce el feto sobre los vasos linfáticos del vientre y de la ingle. La aplicación del DLM en estos casos favorece el retorno de la linfa reduciendo notablemente la hinchazón y las molestias.
- Acné: El acné es el resultado de una mayor actividad de las glándulas sebáceas, generando los típicos granos infectados y puntos negros, que generalmente se presentan durante la adolescencia, debido al incremento de las hormonas en el organismo. Estas grasas acumuladas representan un cultivo de bacterias que irritan la piel, causando en ciertos casos verdaderos trastornos cutáneos, como inflamaciones, enrojecimiento, nódulos y quistes. El efecto drenante y purificador del DLM contribuye a eliminar las toxinas, influyendo directamente sobre la piel afectada, la cual responde favorablemente al tratamiento. En estos casos es importante mantener una higiene adecuada que impida la propagación de las bacterias, facilitando la limpieza y la eliminación de las mismas.
- Celulitis: La celulitis es una patología con un componente graso, vascular, edematoso y fibroso que conlleva un cúmulo de agua y grasa que ocasiona problemas circulatorios y degeneración del tejido subcutáneo, principalmente se genera en las piernas, las caderas y los glúteos. La celulitis comprime los vasos linfáticos dificultando la circulación de la linfa, afectando incluso a los canales pre-linfáticos de la zona y aumentando la fragilidad de los capilares sanguíneos, pudiéndose presentar en algunos casos hematomas o moretones a la más mínima presión. Por lo tanto la celulitis debe ser considerada más que una cuestión estética, siendo el DLM unos de los tratamientos más indicados en estos casos.
- Post cirugía: después de una cirugía suele haber hinchazón e inflamación, con el DLM reducimos ese edema y por lo tanto el dolor disminuye considerablemente, con los hematomas también se consiguen paliar de forma mucho más rápida. Sobre todo si hablamos de liposucciones y operaciones de estética, la recuperación es visiblemente más veloz
- Estrés: Cuando el estrés se convierte en un factor negativo para el sistema nervioso la aplicación del DLM ejerce un efecto sedante, al actuar sobre el sistema nervioso parasimpático, que es el que nos permite descansar, lo que favorece la relajación y la eliminación del estrés. En realidad, no se debe a sus efectos de drenaje, sino más bien a su técnica manual, que se caracteriza por la lentitud, suavidad y monotonía de sus manipulaciones sobre la piel, lo cual induce fácilmente a la relajación e incluso al sueño, especialmente cuando se aplica en la cara, cabeza y nuca.